Cómo afecta la alimentación emocional a la diabetes: consejos para recuperar el control

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Comer emocionalmente es un comportamiento con el que muchas personas pueden identificarse: te sientes estresado, y de repente la idea de comer papas fritas o sumergirte en un bote de helado se siente casi irresistible. Pero cuando tienes diabetes, comer emocionalmente puede hacer más que desviar tu dieta: puede causar estragos en tus niveles de azúcar en sangre y tu salud. Descubramos la conexión entre el comer emocional y la diabetes, y qué puedes hacer para recuperar el control.

¿Qué es el Comer Emocional?

Comer emocionalmente sucede cuando las emociones – en lugar del hambre física – te impulsan a comer. Es común recurrir a la comida durante altibajos emocionales, ya sea para afrontar la tristeza, reducir el aburrimiento o incluso para realzar una celebración. Muchos de estos "alimentos reconfortantes" suelen ser altos en azúcar, grasas y carbohidratos, lo que los hace particularmente desafiantes para las personas con diabetes.

Si bien comer emocionalmente ocasionalmente es normal, episodios frecuentes pueden dañar tanto tu bienestar físico como emocional, dificultando el control del nivel de azúcar (glucosa) en sangre, la pérdida de peso o seguir los planes de tratamiento para la diabetes.

¿Cómo Afecta el Comer Emocional a la Diabetes?

Para las personas que manejan diabetes tipo 1 o tipo 2, entender cómo las emociones influyen en la alimentación es crucial debido al impacto directo que la comida tiene en los niveles de glucosa. Así es como el comer emocional puede interferir en el control de la diabetes:

  • Picos de Azúcar en Sangre: La mayoría de las veces, comer emocionalmente implica alimentos altos en carbohidratos y azúcar que elevan rápidamente los niveles de azúcar en sangre. Estos picos rápidos a menudo llevan a bajadas bruscas después.
  • Aumento de Peso: Comer en exceso alimentos reconfortantes azucarados o grasos, incluso de manera esporádica, puede traducirse en kilos de más. El aumento de peso empeora la resistencia a la Insulina, especialmente en la Diabetes tipo 2.
  • Señales Perdidas: Los comedores emocionales pueden confundir el hambre emocional con el hambre física, dificultando responder correctamente a las necesidades reales de su cuerpo.
  • Problemas de Salud Mental: Comer emocionalmente a menudo lleva a sentimientos de culpa o estrés, lo que puede agravar problemas como la depresión o la ansiedad – ambos comunes entre las personas con diabetes.

Comer Emocional: Reconociendo las Señales

¿No estás seguro si comes emocionalmente? Aquí tienes algunas señales a las que debes prestar atención:

  • Comer cuando te sientes estresado, aburrido o triste – incluso cuando no tienes hambre.
  • Sentir un deseo repentino y urgente por alimentos reconfortantes específicos.
  • Comer hasta sentirte incómodamente lleno, a menudo sin darte cuenta.
  • Sentirte culpable o arrepentido después de comer.
  • Recurrir a alimentos altamente procesados, azucarados o grasos durante momentos emocionales.

Si te identificas con alguno de estos comportamientos, abordar el comer emocional no solo se trata de controlar la comida – también se trata de cuidar tu salud mental y emocional.

Consejos para Recuperar el Control Sobre el Comer Emocional

Manejar el comer emocional no es fácil (y seamos realistas, todos hemos estado ahí). Pero lo bueno es que, con las estrategias y la mentalidad adecuadas, puedes recuperar el control. Aquí tienes cómo:

1. Registra Lo Que Comes y Por Qué

Lleva un diario de alimentos, anotando no solo qué comiste sino también cómo te sentías en ese momento. Con el tiempo, notarás patrones, como recurrir a los dulces cuando el estrés en el trabajo aumenta, o comer bocadillos durante el aburrimiento nocturno. La consciencia es el primer paso para tomar decisiones intencionales.

2. Encuentra Maneras No Alimenticias de Lidiar con las Emociones

Cuando las emociones golpeen, intenta cambiar tu enfoque:

  • Da un paseo o respira aire fresco.
  • Llama o envía un mensaje a un amigo para compartir cómo te sientes.
  • Ve tu programa de televisión favorito o escucha música que te levante el ánimo.
  • Medita o practica ejercicios de respiración profunda.

Recuerda, las emociones pasan. Distraerte durante incluso 5-10 minutos podría ser suficiente para evitar recurrir a la comida.

3. Evita Tener Tentaciones en Casa

Todos lo hemos escuchado – fuera de la vista, fuera de la mente. Si sabes que un bocadillo en particular es tu debilidad, evítalo por completo al hacer la compra. En su lugar, abastece tu cocina con bocadillos amigables para la diabetes, como nueces tostadas, palitos de vegetales con hummus o frutas frescas.

4. Sé Consciente en el Supermercado

Hacer compras mientras estás emocional o con hambre puede ser peligroso (mirándote a ti, pasillo de helados). Planea tus visitas cuando te sientas tranquilo y apégate a una lista. Resolver tus emociones antes de comprar previene compras impulsivas.

5. Considera el Apoyo Profesional

Si el comer emocional se siente abrumador, no dudes en buscar a un terapeuta o consejero. La terapia cognitivo-conductual (TCC) o las técnicas de atención plena pueden ayudarte a entender y manejar los desencadenantes emocionales a largo plazo.

6. Evalúa Apoyo Médico Para Trastorno de Atracón

En casos de trastornos de atracón, hay medicamentos como Lisdexanfetamina o ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina) que pueden ayudar equilibrando la química cerebral relacionada con comportamientos impulsivos. Consulta siempre con tu médico antes de comenzar cualquier medicamento.

Un hombre sudafricano con diabetes escribiendo en su diario
Imagen de @sweetlifediabetes vía Unsplash.com

7. Reconecta con Tu "Por Qué" ❤️

Una gran parte de superar el comer emocional es reconectar con lo que te motiva a manejar tu diabetes en primer lugar – tu salud, tu familia, tus metas futuras. Recuerda que los pequeños cambios ahora pueden generar un gran impacto más adelante. ¡Tú puedes con esto!

Reflexiones Finales: Abraza el Progreso, No la Perfección

Recuperar el control sobre el comer emocional lleva tiempo y paciencia – y está bien tener contratiempos en el camino. Lo importante es aprender de esos momentos y seguir avanzando. Al entender tus desencadenantes emocionales y crear hábitos más saludables, estás dando un paso poderoso hacia un mejor control de tu azúcar en sangre y bienestar general.

Recuerda, no estás solo en este viaje. Ya sea conectándote con un proveedor de atención médica, uniéndote a un grupo de apoyo o incluso usando herramientas como rastreadores de diabetes para mantenerte consciente de tus elecciones, hay ayuda disponible. Crear un equilibrio entre tus emociones, hábitos alimenticios y manejo de la diabetes no solo es crucial – es absolutamente alcanzable.